Cada vez que está a punto de empezar el curso escolar, a miles y miles de padres les viene a la cabeza la misma pregunta: ¿Cómo puedo ahorrar? A veces, comprar los libros, uniformes, zapatos o batas de colegio supone un gran desembolso, sobre todo si se tienen varios hijos. Por suerte, siempre hay pequeñas cosas que se pueden hacer y que permitirán minimizar los gastos.

batas de colegioLo primero que hay que hacer investigar, investigar e investigar. No está mal preguntar en el centro escolar dónde se puede encontrar todo el equipamiento, pero si el precio no convence, no hay por qué resignarse a pagarlo. Además, hay muchas tiendas especializadas que a principio de cada curso ponen a la venta todos los uniformes.

Aunque está a veces mal visto, nunca está de más utilizar uniformes de segunda mano. Parece que en España se le tiene algo de miedo a lo “usado”, pero lo cierto es que no hay nada de malo en reciclar camisas, pantalones, faldas, jerséis o batas de colegio de hermanos mayores, primos o hijos e hijas de amigos y amigas.

Tampoco es nada descabellado comprar uniformes de colegio por Internet. De hecho, hoy en día existen muchas tiendas y empresas que ofrecen a sus clientes la ropa de muchísimos centros escolares a precios realmente ventajosos. El mundo online se impone poco a poco, y en este aspecto no iba a ser menos.

Eso sí, en el mundo online, al igual que en el físico, hemos de comparar diferentes proveedores y tiendas, encontrando el mejor precio y un servicio eficaz en aspectos tan importantes como el envío, el asesoramiento, las devoluciones o los gastos de envío.

Además, para poder ahorrar en el uniforme del colegio es importante no pasarse comprando. Muchos padres y madres se lanzan a la adquisición compulsiva para que no falte de nada. Esto provoca que un niño acabe teniendo más camisas, pantalones o babis de colegio de los que realmente necesita.

La fecha es otro momento clave donde se podrá ahorrar algo de dinero en la compra de los uniformes escolares. Podemos comprar mucha ropa a finales de julio, cuando todavía es posible encontrar rebajas y antes de que llegue la nueva temporada en agosto. Dar una vuelta por las tiendas en esta época es una idea bastante interesante.

En último lugar, hay que tener perspectiva de futuro. Si unos padres encuentran una buena oferta de ropa pero de una talla mayor que la que usa su hijo, ¿por qué no aprovecharla? De esta manera, cuando pegue el estirón (que lo pegará), podrá seguir utilizando la misma ropa.