Sin lugar a dudas, dominar un idioma extranjero es una de las formas más acertadas de prepararse para el futuro, tanto educacional como laboral. Una gran cantidad de carreras universitarias tienen dentro de sus contenidos textos y referencias en idioma inglés, por lo que es necesario poder dominar este idioma para poder acceder a una gran cantidad de bibliografía obligatoria. Además, laboralmente hablando, aprender inglés abre, definitivamente, muchas más posibilidades para quien desee forjarse una carrera exitosa. Una de las formas más divertidas y efectivas de aprender este idioma es realizar viajes al extranjero para aprender inglés.

Está pedagógicamente comprobado que la inmersión en una sociedad angloparlante es uno de los factores determinantes en el éxito en el aprendizaje de este lenguaje. La exposición constante a un idioma hablado por los nativos así como la necesidad de lograr una competencia comunicativa adecuada para poder sobrevivir y satisfacer las necesidades inmediatas es uno de los incentivos más estimulantes a la hora de hablar inglés. De esta forma, el alumno apelará a todos sus recursos para poder interactuar con nativos angloparlantes, una situación difícil de emular en un salón de clases.

Pero, la eficacia pedagógica no sólo es una excelente razón para pasar un año escolar en Irlanda o Inglaterra. La posibilidad de conocer una cultura “desde adentro”, viviendo la realidad diaria en un primer plano es un valor agregado que obtendrán quienes tomen la sabia decisión de viajar al extranjero para aprender este lenguaje. Londres es una de las ciudades más energéticas y atractivas. Con una profunda vida cultural, una de las características más distintivas de Londres es su profunda diversidad étnica, con inmigrantes llegados de todas partes del mundo que han hecho de la capital del Reino Unido su hogar.

La vida nocturna y cultural de Londres es mítica. Quien guste disfrutar de las últimas tendencias en moda, arte y música deberá pasar obligatoriamente por Soho, uno de los barrios más interesantes para recorrer, detenerse en alguno de los muchos bares o casas de té y disfrutar del legendario té inglés. Londres posee una gran cantidad de museos y exposiciones permanentes de arte, que la han convertido en un centro mundial de la cultura. Simplemente con sólo pasear por los alrededores del palacio de Buckingham, y poder apreciar la famosa residencia real, podemos decir que vale la pena el viaje.