tratamiento legionellaEn el tratamiento de la legionella, está claro que la prevención y la información son las principales “armas” con las que cuentan los organismos públicos. De acuerdo con los datos que maneja el Ministerio de Sanidad, en el año 1997 (el primero en el que se comenzaron a recopilar cifras de manera exhaustiva en el Sistema de Enfermedades de Declaración Obligatoria) se declararon 201 casos de legionelosis a nivel nacional, lo que supone una tasa de 0,51 casos por cada 100.000 habitantes.

Transmisión

De cara a que se produzca la transmisión o contagio al ser humano, es necesario que tengan lugar una serie de condiciones Para empezar, el microorganismo tiene que contar con una manera de entrar al edificio o “zona de contacto” (aguas naturales estancadas, por ejemplo) y se debe multiplicar de manera suficiente. Asimismo, el riesgo aumenta de manera exponencial cuando el agua contaminada se dispersa por el aire (por ejemplo, a través de sistemas de aire acondicionado). Del mismo modo, tenemos que estar ante una variedad virulenta, ya que no todas lo son.

Tratamiento de la legionella

Una vez que la transmisión al hombre es un hecho, el tratamiento de la legionella pasa por llevar a cabo una serie pasos y tomar medidas concretas. Para empezar, es necesario aislar al paciente y determinar si se trata o no de un caso único. Medicamentos como la Eritromicina se han probado eficaces una vez que el paciente ha incubado la enfermedad.

Independientemente de las medidas sanitarias que se desarrollen con los pacientes ya enfermos, lo inmediato para el tratamiento de la legionella es detectar el origen del brote y proceder a su erradicación. Evitar los estancamientos de agua, mantener las temperaturas del agua fría y caliente en unos niveles determinados y proceder a la higienización de las instalaciones de saneamiento y aire acondicionado son algunas de las más obvias.

Empresas profesionales

Lógicamente, este tipo de trabajos no se pueden desarrollar de manera aislada. Al contrario, es necesario acudir a empresas profesionales que cuenten con equipos humanos y técnicos capaces de llevar a cabo estos trabajos, tales como Aralar, con varios años de trayectoria.

Sin embargo, como apuntábamos al comienzo de este artículo, la mejor herramienta es la prevención. En el mismo momento en que sospeche que en su edificio puede estar produciéndose un brote de legionella póngase en contacto con las autoridades sanitarias y con empresas de detección y control de plagas especializadas.