Mucho se ha hablado de los andadores para bebés. Pediatras y profesionales del sector habitualmente discuten las ventajas y los inconvenientes de un objeto que tradicionalmente ha sido indispensable en muchas familias junto con el parque y otros jueguetes para el desarrollo del bebé.

La respuesta correcta está, como muchas otras cosas en esta vida, en el término medio. Utilizar un andador cuenta con una serie de ventajas y una serie de inconvenientes, motivo por el cual su utilización será adecuada y provechosa si se utiliza con moderación. En la actualidad existen numerosos modelos disponbles en cualquier tienda de niños chicos.

El andador es un asiento apoyado en patas con ruedas y protegido por una barandilla, generalmente de plástico. En el andador el bebé puede sentarse cómodamente al mismo tiempo que le permite dar sus primeros pasos impulsándose con la punta de los pies sin riesgo a sufrir caídas ni golpes. Se utiliza generalmente entre los seis y los quince meses, pero no debe usarse más allá ni en sesiones muy largas para no interferir en el normal desarrollo de aprender a caminar.

Entre las ventajas de los andadores, una de las más evidentes es el de la diversión. El niño consigue cierta autonomía para desplazarse por casa y de esta forma explora lo que tiene a su alrededor más rápido. Muchos andadores también cuentan con juguetes incorporados al alcance de sus manos: ábacos, peluches, botones musicales… Es sorprendente lo mucho que puede distraerse un bebé subido a su andador.

El movimiento le permite ejercitar los músculos de las piernas. Aunque desplazarse con el andador no le enseñará a caminar, es una buena práctica previa al momento en el cual decida ponerse de pie por sus propios medios. Se trata de una forma más de que le pierda el miedo a la verticalidad.

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No obstante, y aunque el andador ofrece cierto control sobre la posición del bebé, también hay que tener ciertas precauciones para que su uso sea el adecuado. El bebé no debe perderse de vista aunque esté en el andador. Es cierto que sus protecciones impiden que se golpee contra las paredes o se caiga, pero hay que tener mucho cuidado con las escaleras o con objetos que estén a media altura, ya que con el andador el bebé tendrá a su alcance muchas más cosas.

Muchas veces, los bebés que pasan mucho tiempo en el andador se acostumbran a andar de puntillas y eso puede convertirse en un mal hábito que arrastrarán un tiempo después de estar andando por ellos mismos.

El andador balancín tic tac es recomendable siempre que se utilice con moderación y teniendo en cuenta que:

  • Los padres deberán estar presentes siempre que el bebé se encuentre dentro del andador, ya que el bebé tiene mucha autonomía de desplazamiento y podría acercarse a zonas peligrosas.
  • Su uso debe estar limitado a cierto tiempo diario y cierta edad, ya que de lo contrario podría retrasar el natural aprendizaje de caminar.

Articulo de:

http://www.elblogdemibebe.com/2015/10/29/beneficios-de-los-andadores-en-bebes/